miércoles, 14 de abril de 2010

UNA FLOR PARA CADA OCASIÓN

En los últimos años, los terapeutas florales se han visto enfren­tados al desafío de encontrar respuestas clínicas eficaces para superar los diferentes problemas que plantean los consultan­tes en este particular aquí y ahora del mundo —en especial, en los países que atraviesan graves dificultades económicas—y que se caracteriza fundamentalmente por ser un tiempo de incertidumbre.

Hoy más que nunca, los síntomas físicos, psíquicos y emocionalmente  relacionados no sólo con la historia personal de cada paciente, sino especialmente con su muy atendible y justificado temor, desasosiego e inseguridad ante la realidad económica, política y social de la comunidad donde viven, y con su necesidad apre­miante de resultados positivos inmediatos, quasi "mágicos" para la resolución de sus conflictos y la cura de sus enfermedades. Muy pocos pacientes están dispuestos a plantearse siquiera —y mucho menos llevar a cabo—, por ejemplo, una psicoterapia a largo plazo.

Ahora bien, existen infinidad de personas, quienes —aun cono­ciendo la eficacia de la terapéutica floral como complemento de los diversos tratamientos que pueden abordar para solucionar su padecer y sobre todo, para cambiar su conducta equivocada, la cual las lleva a enfermarse— no se encuentran en condiciones económicas de consultar a terapeutas florales, o no quieren o no se deciden. De todas maneras, sí se autoprescriben esencias florales —dado que son inocuas y bastante accesibles a los bolsi­llos— en busca de una solución inmediata a sus problemas puntuales de la vida cotidiana. Esto se debe a que en efecto, la ingesta de la(s) esencia(s) adecuada(s) a la patología de cada caso particular, más las esencias de rescate —como por ejemplo, la esencia Rescue Remedy del Sistema de Flores de Bach— produ­ce un mejoramiento a nivel emocional y energético, favoreciendo así el estado psicofísico general. Además, muchas veces esto se logra en un breve lapso.

Probablemente usted, estimado lector, tiene ahora este libro en sus manos no sólo por mera curiosidad, sino porque se halla en algunas de las tres situaciones mencionadas antes y abocado a encontrar un alivio para su sufrimiento. Este Capítulo ha sido especialmente concebido para que la persona interesada pueda encontrar fórmulas sencillas y efectivas que la ayudarán a paliar esas situaciones conflictivas, tan frecuentes en la vida cotidiana de cualquiera de nosotros. Si bien estas fórmulas no sustituyen en absoluto el trabajo personalizado que efectúa el terapeuta idóneo, ni el "trabajo" interior que debe realizar la persona con­sigo misma para curarse de verdad, seguir los mandatos de su alma y crecer en armonía de cuerpo, mente y espíritu, constitu­yen una ayuda práctica inestimable, un "primer auxilio" que posibilita el alivio —al menos transitorio, pero alivio al fin— del miedo, de la tensión, de las preocupaciones, del malestar y del sufrimiento emocional que se sienten en un momento determi­nado. Y con una cualidad digna de destacarse: son remedios sin efectos secundarios.

La utilización de fórmulas estandarizadas, resultantes de esen­cias combinadas de distintos sistemas al alcance de todos, ha demostrado ser de gran ayuda para atender una variada gama de necesidades tanto físicas como emocionales. Las siguientes fórmulas pueden ser útiles no sólo para el lector común frente a situaciones puntuales de su vida personal, sino que también pueden servir de guía y orientación para que los terapeutas flo­rales cuenten con una ayuda complementaria en su actividad profesional.

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